Publicado en Recetas

Sopas de Arroz con Leche

Luego del éxito de nuestro último taller del pan sobao ya tenía todo un plan para este proximo video pero llegó el frío intenso, el frío “pelú” como le conocemos nosotros y con este frío que mejor que preparar unas sopitas. Pero no puede ser cualquier sopita, tienen que ser las sopitas que nos preparaban nuestras abuelas en nuestra infancia, las Sopitas de Arroz con Leche. Que muchos recuerdos me han traído cuando las estaba preparando de mi niñez. Mi abuela era loca con prepararlas cada vez que llovía o me sentía mal. Tan importante en nuestra gastronomía y cultura que también existe una canción infantil donde se mencionan las sopitas. Algo asi dice la canción;

“Arroz con leche,
se quiere casar
con una viudita de la capital.
Que sepa tejer,
que sepa bordar,
que ponga la aguja en su campanal.”

No la voy a cantar lol pero si la sabes la puedes compartir con tus niños y de paso preparar estas deliciosas y tradicionales sopitas. Estas sopitas son ideales para los días fríos, los días lluviosos, cuando estamos enfermos, para los niños que comienzan a comer sólidos y hasta para nuestros abuelos.

Ingredientes;

  • 1/2 taza de arroz
  • 2 tazas de agua
  • 2 tazas de leche
  • 1 cdta sal

Ponemos dos tazas de agua en una cacerola mediana a fuego alto, añadir una cucharadita de sal y esperar a que hierva.

Lavamos el arroz.

Cuando el agua esté hirviendo ponemos el arroz en el agua con sal y movemos ocasionalmente para que no se pegue. Bajamos el fuego a mediano alto. Esperamos a que el agua se evapore casi en su totalidad y añadimos las dos tazas de leche. Bajar la temperatura a fuego bajo. Probar para ver si necesitas ponerle un poco de más sal. Mover ocasionalmente. Cocinar durante 15 minutos. Servir calientes.

Anuncio publicitario
Publicado en Recetas

Galletas de Navidad

¿Existe algo más tradicional en Estados Unidos que las galletas de navidad? Estas deliciosas galletas vienen de distintas formas, tamaños y sabores. Familias enteras se reúnen para prepararlas y luego competir por la mejor decoración. En estos tiempos en los que debemos estar en el núcleo familiar inmediato te invito a prepararlas junto a toda la familia. Son muy fáciles y quedan deliciosas.

Ingredientes;

  • 1 1/2 taza mantequilla
  • 1 1/2 taza de azúcar blanca
  • 3 cdts o 5 gms queso crema
  • 1 huevo completo
  • 2 yemas de huevo
  • 1 cda extracto vainilla
  • 1/2 cda extracto almendras
  • 1 cda de sal
  • 3 1/2 taza de harina
  • 1/2 cda polvo de hornear
  • 2 cds cremor tartaro

Poner la mantequilla a temperatura ambiente en la batidora para ablandar por unos minutos. Luego cernimos el azúcar y la ponemos junto con la mantequilla por unos pocos minutos y luego añadimos las 3 cucharaditas de queso crema a la mezcla. Estos tres ingredientes los vamos a dejar mezclando por unos cinco minutos. La mezcla estará lista cuando el azúcar se una completamente a la mantequilla y el queso. Verás que la mezcla se va a tornar un poco más pálida.  

Luego colocamos la masa en el centro de un papel plástico de cocina y formamos una forma circular y cerramos la misma con el papel. Refrigerar la masa durante 2 horas.

Debemos mantener la masa fría en todo momento. Sacamos de la nevera y cortamos la masa en dos partes, trabajar una parte y dejar la otra en la nevera. 

Poner harina en la superficie a trabajar. Con la ayuda del rodillo presionar la masa en diferentes direcciones hasta que la sientas manejable pues saldrá de la nevera muy dura. Amasar hasta obtener un grosor de medio centímetro.

Poner cortadores en harina para que no se peguen a la masa y comenzar a cortarla. Si tienes varios cortadores vas a ir creando un rompecabezas. Sacar el exceso de masa que no se utilizó y unir con el resto para seguir cortando luego. Vuelves a formar como una forma circular con la masa, la pones en el papel plástico y a la nevera por 20 minutos antes de seguir trabajando con ella.

Precalentamos el horno en 350 grados. Voy poniendo en bandeja con papel de hornear las galletas que voy cortando y una vez tengo la bandeja llena las vuelvo a llevar a la nevera por 20 minutos adicionales. Esto lo hacemos porque no queremos que se expandan. Pasado el tiempo pongo en el horno ya precalentado en 350 grados de 12 a 15 minutos (eso depende de la fuerza de tu horno, pudiera ser más o menos)

Dejar enfriar completamente antes de decorar. 

Glaseado

  • 300 gramos Azúcar de confección 
  • un poco de agua
  • 2 cdas zumo de limón
  • 1 cdta extracto de tu preferencia
  • 2 claras de huevo

Cernimos el azúcar. Ponemos en la batidora las dos claras de huevo a velocidad alta hasta que estén casi a punto de nieve. Bajamos la velocidad y vamos a poner poco a poco el azúcar junto con partes del zumo de limón. Deja una parte del azúcar y el zumo para ponerlos manual. Añade una cucharadita de extracto, yo utilice extracto de vainilla. Apagar la batidora y poner el resto del azúcar y jugo y mezclar manualmente hasta que veas que todo está mezclado. 

Para el glaseado se usan dos consistencias un poco más firme para poner en los bordes y una más líquida para rellenar la galleta. Para obtener esta última simplemente pones unas gotitas de agua en la mezcla hasta que la sientas más suave y manejable. 

Con el glaseado firme vamos haciendo los bordes y esperamos a que se sequen. Luego con una cuchara pones un poco del glaseado un poco más líquido en el centro de la galleta y con la ayuda de un palillo de dientes vas extendiendo hasta los bordes. Espera a que se sequen y mientras se secan vas poniendo si tienes brillo comestible, chocolates m&m’s y demás elementos que te sirvan para decorar. Poner en rejilla para galletas y esperar a que estén listas. 

Publicado en Recetas

Taller Mantecaditos

Los mantecaditos es un tipo de galletita muy típico de Puerto Rico. En las panaderías boricuas se encuentran con frecuencia. Son unas galletas un poco duras de color amarillo con grageas de colores. Son deliciosas y muy fáciles de preparar. ¡Vamos a inventar!

Ingredientes;

  • 1 taza manteca vegetal
  • 1 taza azúcar granulada
  • 2 cdta vainilla
  • 1 cdta almendra
  • 2 yemas
  • 1/4 cdta sal
  • 3 tazas harina de todo uso
  • color amarillo a gusto
  • Sprinkles ( grajeas)

Procedimiento;

Primero ponemos en la mezcladora la manteca a suavizar por unos minutos luego añades el azúcar y bates de tres a cinco minutos.  Luego incorporamos los sabores (Vainilla y Almendra) y volvemos a mezclar. Añadimos las dos yemas de huevo junto con la sal y mezclamos. Ponemos la harina poco a poco, yo la dividí en tres partes y la incorpore poco a poco. Al final anadimos el color amarillo al gusto. Puedes dividir la mezcla y hacerlo de diferentes colores. El color no afecta el sabor de la galleta pero en Puerto Rico tipicamente las hacen de color amarillo. La consistencia de la mezcla es bien arenosa. Si te queda muy arenosa puedes poner un poco de mantequilla para poder manejar mejor la mezcla pero esto va a ablandar la galleta y el mantecadito se supone que sea duro así que tienes que tener cuidado si vas a ponerle mantequilla.

Vas a terminar de mezclar con tus manos. Con una cuchara vas a formar la galleta y  usando tus manos le vas a dar la forma que más te  guste, puede ser aplastada o bolita, cuando tengas la forma la vas a pasar por los sprinkles. Luego vas a llevar la galleta a una bandeja con papel de hornear. Si no tienes papel de hornear puedes usar spray de mantequilla o canola. Precalienta tu horno a 350 grados. Cuanto termines de formar todas tus galletas las llevas al horno de 15 a 20 minutos (dependiendo de la capacidad de tu horno). Cuando las retires del horno colócalas en una rejilla a que enfríen totalmente, unos 20 minutos. Listo ya tienes tus mantecaditos. En la isla el mantecadito es bien duro, con esta receta conseguirás que la galleta sea durita por fuera pero suave por dentro.

Publicado en Recetas

Receta Almejas de Guayaba

Ingredientes;

  • 2 tazas harina de todo uso
  • 1.76 onzas miel
  • 2.17 onzas leche evaporada
  • 2 onzas margarina
  • 4.60 onzas de agua 
  • 5.62 onzas azúcar y 2.62 onzas 
  • .08 onzas extracto de vainilla 
  • Colorante a gusto 
  • 0.5 onzas polvo de hornear 
  • Pasta de Guayaba a gusto

Procedimiento;

En una batidora a velocidad lenta vas a poner la margarina que debe estar a temperatura ambiente a ablandar por unos segundos, luego añades las 5.62 onzas de azúcar junto con la margarina y mezcla por unos minutos hasta que obtengas una consistencia «arenosa». Inmediatamente añades la harina, el agua, el extracto de vainilla, la leche y la pones  a batir por unos 4 minutos. Luego poner unas gotas de colorante rojo (a gusto) y bates por 4 minutos adicionales. La mezcla debe quedar bien gruesa (espesa). Casi como un «frosting» de bizcocho.

Precalienta el horno a 350 grados. Cubre la bandeja de hornear con «parchment paper». Utilizando una manga repostera, también puedes utilizar una cuchara de mantecado pequeña, vas a vertir la mezcla sobre la bandeja formando bolitas gruesas. Separa cada una por 2 a 3 pulgadas porque ellas crecen bastante. Asegurate no hacerlas muy finas porque se te tostaran mucho. Luego de formarlas todas hornea durante 30 minutos.

Mientras horneas vierte el restante del azúcar (2.62 onzas) en un envase y añade unas gotas de colorante rojo, mezcla con una cuchara hasta que cambie el color del azúcar. Vierte el azúcar con color sobre una bandeja y deja a temperatura ambiente hasta que se seque. Asegura que no quede empelotado.

Remueve las almejas del horno y deja que enfríen a temperatura ambiente totalmente. Unta un poco de jalea de guayaba sobre una almeja. Une junto con otra almeja. Usando una brocha, unta una capa fina de miel por ambos lados de la almeja. Pasa la almeja por el azúcar con color para que la misma quede cubierta con azúcar por ambos lados. ¡Listo ya tienes tus Almejas de Guayaba!

Publicado en Recetas

Receta Empanadilla de Pizza & Icee de Coca-Cola

Ingredientes para la empanadilla

  • 2 tazas de harina
  • 2 cucharadas de azúcar blanca
  • Pizca de sal
  • 2 yemas de huevo
  • 5 cucharadas de mantequilla
  • Entre 6 – 10 cucharadas de agua dependiendo cómo veas la masa

En un envase o mezcladora colocar todos los ingredientes y dejar el agua para lo último. El agua la vas a incorporar poco a poco para que dependiendo de la masa sepas cuánta agua vas a necesitar. Cuando veas que la masa no se pega a los lados de la máquina o al envase entonces tienes la consistencia deseada. Luego llevar la masa a la nevera durante 30 minutos. Vuelves a dejar reposar la masa por unos minutos afuera de la nevera (unos 10 minutos). Para preparar las empanadillas debes poner un poco de harina sobre una superficie limpia y plana y comienzas a amasar con tus manos. Luego de haberla aplanado lo mas que puedas con las manos usar el rodillo al que también tienes que ponerle harina para que no se pegue la masa. Cuando tengas una masa que no sea ni muy fina ni muy gruesa procedes a darle la forma circular. Para la forma circular puedes utilizar algún plato redondo si no tienes el molde para prepararlo. Con estas cantidades te saldran tres masas de empanadillas medianas. Cuando cortes la masa vuelves a mezclar la masa y darle la forma con rodillo y manos.

Para el relleno de la empanadilla vas a utilizar los ingredientes de tu predilección, en mi caso voy a utilizar salsa de pizza, queso mozzarella y pepperoni. En medio de la masa ya cortada en forma redonda vas a poner salsa, queso y los peperonis. Cerrar con tus dedos la masa, uniendo y presionando cada extremo (formar una media luna). Para formar las trenzas del borde, tomas desde el extremo, halas un poquito y envuelves, así sucesivamente hasta terminar en el extremo contrario. Si se te complica puedes cerrarla con un tenedor. Freírlas en aceite bien caliente hasta que estén doradas y listo.

Preparación del Icee de Coca-Cola

  • Refresco Coca-Cola
  • Cubetas para hacer hielo

En las cubetas colocar el refresco como si fueras a hacer hielo. Luego que estén congeladas poner en el blender junto con un poco de más refresco líquido. Espera que tengas la consistencia del Icee y listo.

Si quieres hacer la salsa de pizza home made

  • 1 lata de pasta de tomate o tomates picados
  • ¾ taza agua
  • 1 cucharada aceite oliva
  • 1 cucharita ajo picado finamente
  • ½ cucharita orégano seco
  • 1 cucharita albahaca seca
  • 1 cucharada azúcar blanca
  • Sal y pimienta al gusto

Mezclar todos los ingredientes en un bowl hasta que todo esté bien incorporado. Sazonar al gusto con sal y pimienta. Llevarlo a la estufa y calentar a fuego lento. Si no la usan toda, la pueden congelar y sacar del congelador cuando quieran usarla, ya sea con tiempo antes para que se descongele sola o descongelar con cuidado en el microondas.

Publicado en politica

El pueblo durmiendo

Así que por los 3 millones de ciudadanos americanos en la Isla, a quienes le coartan el derecho al voto, sal y vota, se su voz, se su representante.

Vamos a hablar a calzón quita’o, los puertorriqueños no entendemos lo que es el racismo extremo hasta que nos mudamos a los Estados Unidos. Con esto no quiero insinuar que Puerto Rico es una utópica sociedad que ha trascendido la discriminacion a base del color de piel. Pero, por lo general, en la isla nadia teme perder su vida porque el color de su piel no es la tez correcta que debes tener para estar en algún sector.

¿Y por qué empecé hablando del racismo en un artículo de política? ¡Obvio! En estos momentos de la historia estadounidense, la política y el racismo están atados de la mano. Cuando uno va creciendo, uno pasa por etapas, y eventualmente se da cuenta que no hay tal cosa como la perfección. Con mucha suerte, llegamos a un lugar que es casi perfecto o por lo menos mucho mejor que donde estábamos.

Hablemos de donde estamos, y hacia dónde queremos llegar. Ahora mismo, los racistas, nos atacaron y están al mando del barco. Nos tiran migajas y esperan a que estemos felices porque quieren que pensemos que eso es mejor a que nos dejen morir de hambre. Y si hay algo que he aprendido en esta vida es que nadie te va a valorar si tu mismo no te valoras. La estupidez de catalogarnos a nosotros mismos como rojos o azules —ya sea demócrata, republicano, soberanista, estadista o independentista— nos pone vendas en los ojos. No podemos ver claramente a nuestro alrededor. Como un caballo con vendas en una carrera vamos enfocados en esa única función, llegar a la meta, sin mirar hacia el lado y ver lo que estamos obviando. Estamos destruyendo el mundo, destruyendo nuestra humanidad, minimizando nuestra dignidad, dejamos que nos digan cosas poco correctas a diario. Estamos dejando que nos pongan en guerra con nosotros mismos. Nos han convencido que las injusticias que cometen contra nosotros son buenas y por nuestro propio bien.

Nos distraen poniendo temas que nos apasionan y nos dividen, ya sea, si estamos a favor o en contra de la estadidad, los derechos LGBTQIA+, el aborto, entre otros. Y se nos olvida que lo realmente importante es la política pública que promueva la persona que nos va a gobernar. Osea nosotros queremos una sociedad donde todo el mundo tenga los mismos derechos y oportunidades, ¿o no? Nosotros pensamos que cada cual debe tener la libertad de expresarse y amar a quien le de la real gana, ¿o no? Yo como individuo, tengo qué derecho de dictar lo que haga mi vecino con su cuerpo ¿o no?

En los últimos cuatro años el partido republicano, dejó atrás décadas de batalla en contra de la discriminacion, y abrazó la política pública del odio del actual incumbente de la Casa Blanca. Él se ha enfocado en el miedo, en hacernos pensar que hay una cantidad finita de éxito en esta vida. Nos ha convencido que dejar que otra persona —ya sea por su color de piel, en donde nació, qué religión sigue, a quién ama— tenga la oportunidad de luchar por sus sueños es lo mismo que dejarlos que nos roben nuestras propias aspiraciones. Que el éxito es un recurso escaso y que para nosotros poder salir adelante tenemos que pisotear a los que viven en el piso de abajo.

Tenemos que dejar atrás esas etiquetas que nosotros mismos nos ponemos. Nos ciegan, y nos enfocan en seguir a una persona o entidad en vez de buscar un bien común. Debemos reconocer que todo el mundo debe tener la libertad de poder vivir su vida como lo escojan siempre y cuando no afecten la vida de los demás. Y tenemos que rechazar inequívocamente a la gente que nos quiere dividir y que activamente tratan de poner en guerra vecinos contra vecinos, hermanos contra hermanos, amigos contra amigos. El tiempo que tenemos en esta tierra es demasiado fugaz para malgastarlo tratando de controlar la vida de los demás y no dejando vivir libremente y en paz.

Así que por los 3 millones de ciudadanos americanos en la Isla, a quienes le coartan el derecho al voto, sal y vota, se su voz, se su representante. Vota por el candidato que represente el progreso para ti y deja atrás el pasado.

Publicado en Vida Diaria

En tiempos del COVID

Al momento de escribir esta bitácora nos encontramos sumergidos en una ola de contagios y muertes por el ya famoso COVID-19. Mucho hemos escuchado hablar sobre el coronavirus y las medidas de prevención que debemos tener. Lavarse las manos, mantener seis pies de distancia, evitar lugares cerrados, entre otras tantas medidas. Pero ¿quién te prepara o te habla sobre el no poder ir a visitar a tus padres o abuelos durante la pandemia? ¿Quién te habla sobre el miedo a que nuestros familiares se enfermen mientras nosotros estamos lejos de casa? Uno no se prepara para un escenario de salud como este cuando decide emigrar. No estamos hablando de un huracán o terremoto en donde llevas toda tu vida aprendiendo a cómo manejarte ante estas situaciones. No es algo que pensabas «umm ¿qué hago si hay una pandemia?

Al vivir en Georgia, uno de los estados con un aeropuerto especializado en conecciones, tenía la habilidad de encontrar vuelos a Puerto Rico muy económicos a cualquier hora del dia. Es decir al más mínimo atisbo de «home sick» me montaba en un avión y en tres horas estaba en casa. Saber que en cualquier momento podemos abordar un avión y regresar a nuestro país es algo que ayuda a sobrellevar la distancia a quienes estamos fuera. Este limbo de incertidumbre genera preocupación entre las personas migrantes. Lo cierto es que incluso viviendo en la isla, en este momento podemos estar en el mismo barrio que nuestros familiares y amigos, y sin embargo no podemos abrazarlos, ya que en el mejor de los casos debemos mantener una distancia mínima de seis pies.

Teniendo en cuenta que la salud y nuestra seguridad son lo primero, hemos tenido que adaptarnos a este presente desconocido. No existe un manual que nos guíe ante esta coyuntura tan difícil. Sólo esperar que quienes toman las decisiones lo hagan con conocimiento y honestidad. Yo, mientras tanto, trato de mantener comunicación diaria con mi familia en la isla. Expresarles tus preocupaciones sin ser alarmista e instruirlos a llevar todas las medidas de seguridad es importante. Mantente informado de cómo se comporta el virus en Puerto Rico. Comparte tus inquietudes con tus amigos en donde sea que te encuentres viviendo. Trata de limitar la cantidad de noticias que consumes sobre la pandemia, pues esto te generará más ansiedad, y busca siempre las noticias positivas del dia.

«No estamos en el mismo barco, estamos en el mismo mar, unos con yate, otros con lancha, otros en salvavidas y otros nadando con todas sus fuerzas. Seamos empáticos.»

¿Cuéntame que haces para manejar la ansiedad de estar lejos de tu familia y seres queridos en tiempos del Coronavirus?

Photo by cottonbro on Pexels.com

Publicado en 𝘊𝘶é𝘯𝘵𝘢𝘮𝘦 𝘵𝘶 𝘏𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢

Viviendo Exiliada

Viviendo Exiliada

Hace casi tres años tomé la difícil decisión de irme de mi amado Puerto Rico. Justo había azotado el huracán María dejando a su paso el desastre y la incertidumbre que un fenómeno como este suele provocar. María nos dejó sin empleo, con muchas deudas y con pocas esperanzas de recuperarnos de tal azote. Agobiada por tanto comencé a explorar cuál sería mi próximo destino. Obviamente para nosotros Estados Unidos es la primera y más fácil opción por ser ciudadanos estadounidenses. Sabía que ir a New York y Chicago que es donde viven tíos y primos no era una opción para mi, pues soy del trópico y no me gusta el frío extremo. Entonces comencé a mirar los estados en donde vivían mis amigos, ya que soy creyente de que debes tener algún tipo de sistema de apoyo. Atlanta fue la elección.


Empaqué lo que podía y salí con una maleta llena de esperanzas y ganas de salir adelante. Al llegar, mi meta era encontrar cualquier tipo de trabajo. Y así fue. Mi primer trabajo lo conseguí tras dos semanas en Georgia. Era un trabajo lejos de mi preparación académica, muy humilde, pero pagaba mis cuentas. Mi primer choque fue el idioma. Tú, que has estudiado tanto, que has hecho mil exámenes en los que has sacado buenas notas y de hecho tienes un título que acredita tu nivel… llegas a tu destino y no entiendes tres de cada cinco palabras que te dicen. El acento es completamente diferente, hablan rápido, acortan palabras… no es lo que tú has aprendido y el hecho de que tengan que repetir la misma frase varias veces hace que te sientas frustrado. Esto puede hacer que tu auto confianza disminuya momentáneamente. Es importante que comprendas que esto inevitablemente puede suceder, pero que como tantas otras cosas, pasará. Cuando tu oído se acostumbre, conozcas gente y tengas que hablar sí o sí, verás como sin darte cuenta, serás uno más de esos que hablan deprisa y no se les entiende. Perderle el miedo le digo yo.

Cuando comienzas a vivir en un lugar diferente tus emociones se multiplican. Tanto las sensaciones positivas, como las negativas, incrementarán. Cuidado con los pensamientos negativos pues junto a la añoranza de tu familia y amigos, en ocasiones harán decaer tu autoestima.


En mi caso hago dos cosas, primero trato de hablar con mis padres lo más que pueda y el FaceTime es una herramienta indispensable. Es casi como tenerlos junto a mi, con el mismo calor y amor. Lo segundo. trato de mantener un estilo de vida lo más cercano que pueda al que tenía en la isla. Es decir, trato de comer las mismas cosas y de escuchar noticias y música de Puerto Rico. En fin, tratar de mantenerte conectado para no perder tu esencia a la misma vez que vas creando un nuevo círculo de amistades y costumbres en el lugar que te encuentres. Recuerdo que al llegar aquí lo primero que hice fue buscar en las redes sociales grupos de Boricuas y latinos. Por lo general, en estos suelen crear eventos para que puedas conocer gente. Hablarás con muchas personas, te contarán que hacen y que les ha llevado hasta allí y cada una de ellas te aportará algo diferente. Aprende lo más que puedas.


Debo añadir, y en mi caso es una de las cosas más difíciles, que el clima del lugar del destino puede suponer también un gran reto. Vivir en latitudes diferentes implica inviernos más largos, más fríos, más oscuros y muchas menos horas de sol al año. Y no es solo por el frío, la falta de claridad y calor pueden inducir a tener poca actividad física y por ende cambios en tu cuerpo. Puedes aumentar de peso, tener cambios en la piel, incluso puede interferir en tu estado anímico. En mi caso, el cambio en la piel siempre se agudiza en invierno, en cuanto al peso he estado en los dos extremos, muy delgada pero también con varias libras extras. Pero no nos engañemos, los puertorriqueños tampoco estamos acostumbrados al clima caliente extremo como se da por ejemplo en Arizona. Es solo que en mi caso no les puedo hablar de eso porque en Atlanta es bastante parecido al de la isla. Mi recomendación es que en invierno busques realizar actividades “indoor” como el cine, el teatro, busca un buen libro para leer y en verano aprovecha al máximo las actividades al aire libre.


En fin, vivir en un país diferente es un acto de valentía. Debes superar el hecho de que te perderás momentos y fechas importantes a nivel familiar. En el camino te das cuenta quiénes son tus verdaderos amigos. Sin embargo, cada meta cumplida y cada logro te empodera para darte la fuerza que necesitas para seguir adelante. No es un camino fácil, sobretodo cuando estás comenzando, pero no dejes que esto te desvíe de tu meta. Lucha, resiste que como dice la canción “Esta raza siempre es brava, aunque sople el temporal”.